¿Todo es positivo en el deporte? ¿Qué diferencias hay entre deporte espectáculo y deporte educativo? ¿Cómo evitar la excesiva competitivad que imprimen algunos padres a los niños? A ésta y a otras preguntas contesta María Pérez Bartolomé, en este segundo reportaje sobre deporte escolar.
El deporte es presentado como un gran instrumento para el desarrollo integral del ser humano. Existe una gran cantidad de estudios y reflexiones sobre los beneficios de la práctica física deportiva en cada una de las áreas de desarrollo del ser humano.
A ello podríamos añadir su potencial como medio educativo y de transmisión de valores. Sin embargo, no debemos caer en una visión simplista que define el deporte como un fenómeno positivo por sí mismo, otros autores nos alertan sobre controlar otros aspectos negativos (dopaje, violencia, negocio…).
Esta maestra en Educación Primaria -especialidad en Educación Física- explica que «el desarrollo de valores personales y sociales debe hacerse mediante un planteamiento que considere las características y circunstancias de los escolares, las del contexto, y las de los agentes implicados en el mismo, de forma que se generen unas directrices precisas que fomenten ese gran potencial que atesora la práctica deportiva». Entre los valores a destacar: superación personal, desarrollo de habilidades sociales, compañerismo, cooperación, juego limpio, respeto de las normas y del adversario, mejora de la salud.?
«El deporte escolar debe eliminar los aspectos negativos del deporte espectáculo y cambiarlos por los aspectos positivos que potencian las posibilidades educativas del deporte»
Así, María Pérez dice que el deporte espectáculo canaliza muchas veces valores que no pueden considerarse educativos: excesiva competitividad y especialización temprana, elitismo motriz, discriminación de los menos capaces?El problema de la especialización temprana se resume en: «que el deporte basado en el hoy, dejará atrás lo que los niños podrían ser mañana». En cuanto a la excesiva competitividad, normalmente viene impuesta por la gente que rodea al escolar, más que ser algo innato, asegura esta profesora en la UEMC. «Constantemente se vende la necesidad de ser los primeros, de llegar antes, de ganar todo? pero no es el objetivo del deporte escolar».
«Es importante destacar que la mera participación en el deporte no garantiza la adquisición de valores educativos»
«Por desgracia – continúa- son muchas las noticias que podemos encontrar en las que el deportista se ve envuelto en violencia por parte de la familia entorno al deporte escolar. En numerosas ocasiones vemos a padres y madres de niños pequeños que están viendo jugar un partido de futbol, creen que están viendo la final de la Champions League. Increpan al árbitro, entrenador e incluso a jugadores de la edad de su hijo». De estas situaciones son conscientes las administraciones, clubes, asociaciones deportivas? ya que cada vez se publican más documentos intentando evitar estas desafortunadas intervenciones por parte de la familia del escolar. Así, son ejemplos el documento «Derechos de la infancia en el deporte» de UNICEF, formación on-line para padres y madres de la Diputación Foral de Bizkaia o panfletos informativos.
Parece claro que el entrenador es un modelo a imitar y por ello es necesario que se cuente con personal cualificado para ocupar estos roles. Pérez, también entrenadora de superior de natación aquaerobic y monitora de ocio y tiempo libre, asegura: «No debemos conformarnos con que el entrenador sea el antiguo alumno que jugaba bien al baloncesto, sino que debemos buscar que estos puestos sean ocupados por técnicos deportivos conocedores de los procesos evolutivos de los escolares, beneficiando la calidad educativa de la oferta físico-deportiva, y abriendo con ello, nuevas bolsas de ofertas de trabajo para un colectivo profesional formado en deporte (TAFAD, Licenciados y Graduados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte?), además de usar los recursos gratuitos que están al alcance de nuestra mano para seguir formándonos». De esta manera el Consejo Superior de Deportes (CSD) acaba de publicar la «La guía de motivación para técnicos deportivos», de fácil acceso en internet y gratuita.
Muchas relaciones entre entrenadores, padres y compañeros de equipo en el deporte escolar son dignas de admirar, pero hay casos puntuales que son los que preocupan y los que hay que intentar erradicar cuanto antes. Así en diciembre de 2011, El País publica el artículo «Papá es un hooligan» donde quedan reflejados los grandes problemas que rodean al deporte escolar y que conforman las principales causas de violencia. Padres y madres que transforman su correcto carácter y buena educación en agresiones verbales e incluso físicas. «En todo este entramado se ve involucrado escolares y normalmente estos feedback que recibe por parte de sus familiares y entrenadores condicionan la práctica deportiva de los niños, con tanto respecto a la adherencia como al abandono», dice.
«La competición será un medio para motivar, no el fin último de la práctica»
Por ello se debe promover que el deporte escolar, tal y como nos dice Barbero, sea depurado, es decir, eliminar esos aspectos negativos que trae consigo el deporte espectáculo y cambiándolos por aspectos positivos que potencien las posibilidades educativas del deporte, tales como: democratizar la práctica deportiva, atender a la diversidad para ponerla al alcance de todos, buscar la participación, creatividad, diversión y bienestar, utilizar la competición como medio, no como fin, o plantear nuevas actividades para llegar a un mayor número de escolares.
A partir de diferentes estudios realizados por Fraile y otros (2001) o estudios del Ayuntamiento de León, de Segovia? se aprecia que los escolares buscan más disfrutar y no se sienten atraídos por la competición. A pesar de ello, las ofertas que se siguen haciendo desde las administraciones tienen que ver más con los modelos deportivos tradicionales. «En este contexto es necesario replantearse la práctica deportiva escolar y abrir las puertas a nuevas ideas para intentar captar el máximo número de escolares», asegura Pérez.
«Los escolares cada vez buscan más prácticas físico-deportivas encaminadas al disfrute y a la recreación»
Algunas administraciones como la Diputación de Valladolid ya empiezan a dar pinceladas en torno a esta nueva perspectiva e introducen actividades como el «programa chiquitín», que busca el disfrute del escolar evitando la especialización temprana, o «jugando como niños», donde la familia y escolares participan de la práctica deportiva conjunta. Además, se empiezan a crear nuevas iniciativas como acercar el circo a la escuela, beneficiándose de las fantásticas características que esta actividad conlleva: recreación, mejora de las habilidades motrices básicas, potencia la imaginación, cooperación?
Pero no solo a nivel de actividades, sino también en los eventos deportivos se empieza a buscar nuevas formas de participación donde la competición no sea el eje central. Así, María Pérez pone como ejemplo la primera «Gymvasión», que se realizará en mayo en Valladolid. «Dicho evento se centrará en enseñar lo que sabes con tus compañeros a nivel gimnástico expresivo con un carácter meramente participativo y no competitivo por el disfrute de la práctica física. Un encuentro hecho para disfrute de los participantes y espectadores», explica.
Como resumen, esta licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad Europea Miguel de Cervantes expone: «Deberíamos encauzar la practica hacia un fin mucho más recreativo, donde sea un encuentro de familias, donde el escolar disfrute de sus compañeros y el adversario sea un amigo más, donde el entrenador pueda realizar su trabajo gratamente y el árbitro no tenga que estar pensando si hoy le insultarán o no. El deporte escolar debe ser un momento de disfrute para los que lo practican y lo ven». Ojalá que sea así.